Amigas, quiero disculparme ayer fue un día de aquellos que quisieras que tuvieran más horas para poder cumplir con todos tus compromisos, generalmente los domingo están llenos de muchas tareas, tu que eres de la Universal sabes bien a que me refiero.
Ayer quería hablar de algo muy importante y no lo quiero dejar pasar por alto, por eso aquí vamos:
Ayer meditaba sobre el perdón, seguramente ya sabes la importancia de perdonar y de pedir perdón, cuando hacemos esto, nos liberamos de pesos innecesarios en nuestra espalda, a veces cargamos una tristeza en nuestro corazón de cosas que pasaron hace mucho tiempo atrás, esa tristeza esta acompañada de rencores muy fuertes por personas, los cuales dificultan tu crecimiento espiritual porque aquello siempre esta allí sofocándote, impidiéndote crecer, salir de aquel hueco en donde el peso del pasado solo te hunde más, no te ayuda a subir. Por eso mi amiga es hora de dar un basta, de dejar todo atrás y perdonar, ya paso ahora estas en una nueva etapa al lado de Dios, Él hará todo nuevo en tu vida, no es necesario que sigas con aquello dentro de ti, tampoco necesitas seguir condenándote por algo que hiciste o dejaste de hacer, si necesitas pedir perdón, pídelo primero delante de Dios, que el te de fuerzas y ve en frente, habla con aquella personas que necesitas hablar, desahógate, se sincera y veras que todo será mucho más fácil después que arranques de ti, todo aquello que no presta.
Finalmente si necesitas perdonarte a ti misma, que más esperas para hacerlo, si ya fuiste sincera con Dios, cree amiga, ya tienes su perdón entonces si tienes el perdón de Dios que sentido tiene seguir condenándote porque lo que hiciste o dejaste de hacer, no aceptes eso, si quieres que este Ayuno te lleve a tener la plenitud de Dios en ti, es totalmente necesario que hagas esto.
Seguimos adelante ya en el día 9 vamos en la fe.
Rocío Rincón