"Todas las cosas son puras para los puros, pero para los corrompidos e incrédulos nada es puro, pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas" Tito Cap 1:15
Meditando en este versículo pude ver algunos temas que estaba pasando por alto. Bien es común y fácil de observar a una persona incrédula expresa con orgullo sus pensamientos corrompidos y en total desacuerdo con lo que Dios manda sus hijos hacer, pero pensaba yo en las personas que dicen ser "convertidas" que hablan del Señor Jesús y del amor que sienten hacia él, pero en su mente es una cosa muy diferente en este caso ya no es tan fácil mirar para lo que esta en el pensamiento de la persona, pues las personas cuando se tornan creyentes de nuestro Señor Jesús intenta ocultar todo lo que sabe que no esta bien a los ojos de Dios y no tiene el coraje de dejar de hacer en su vida. Cuando pensaba en esto empece a encontrar sentido a esta tarea : Desafío Godllywood #5, pues confíezo que en un inicio no entendía muy bien el sentido pero luego pude captar el espíritu de la actividad. Me puse entonces a reflexionar en el versículo y en mi vida, pues desde que me convertí como todos empece a mirar y cuidar mucho de mi interior, de mis intenciones y evidentemente mis pensamientos todo con el fin de agradar a mi Señor amado, entonces pude ver lo importante que es esta tarea pues note que en mi mente había una situación que no estaba viendo con muy buenos ojos, esta semana pude pensar en aquella situación y cambiar mi punto de vista y ha sido tan bueno que hasta puedo ver como la situación cambio, pude aprender gracias a Dios, pues fue el quien me mostró que cuando tenemos malos ojos (todos sabemos cuando pasa eso, aunque queramos engañar a los demás, no nos engañamos a nosotros mismos) o hacemos las cosas con malicia de forma automática neutralizamos nuestra fe, impidiendo que el milagro acontezca en nuestra vida. No estoy diciendo con esto que los pensamientos malos no van a venir, claro que llegaran más debemos usar nuestra fe para detenerlos y no dejar que hagan nido en nuestra mente y entonces sea nuestra fe la que se detenga.