Hoy
es el cuarto día y el tema no es menos importante que todos los anteriores, es
muy importante que lo tengamos siempre presente. Cada una de nosotras somos
parte del cuerpo de Dios y como parte de su cuerpo tenemos funciones específicas
ninguna superior a la otra, nadie con más valor que el otro y sí hay algo que
es cierto, hay dentro de la obra personas más experimentadas, más madurez aun
así Dios espera de todos sin excepción disposición, obediencia y humildad, así él
nos moldeara según su voluntad.
Amigas
ya pase por esto, ya me compare y estaba trabada, estaba estancada porque solo
quedaba mirando para los lados y no para lo que Dios quería hacer, hoy mi
actitud es otra y parece que todo
empieza avanzar, la venda calló, todo se renovó en mí y en ti también si crees
en todo lo que Dios quiere hacer contigo.
“Pero el Señor me dijo: «No digas: “Soy muy joven”, porque
vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie, que yo estoy contigo para
librarte.» Lo afirma el Señor” Jeremías 1: 7-8