Para
ser bella a los ojos de Dios, si de verdad ese es nuestro querer, si de verdad
queremos que el mire para nosotras y ser muy hermosa a sus ojos debemos hacer
un análisis de nuestro interior, mirar que hay de malo en nosotros, que hay que
nos pueda hacer fea a los ojos de Dios y destruirlo, ir allá al fondo y evaluar
que todo esté bien y si hay algo mal, un rencor un deseo de la carne que es
malo y que sabemos que es malo, pero permanece escondido es ahora el momento de
sacarlo y destruirlo, de mostrarle a nuestro Dios que estamos dispuestas de
verdad a hacer su voluntad y entonces tendremos un paso más en nuestro propósito
de ser bella a los ojos de nuestro Señor.